Cuando Clattenburg señaló el final del partidazo que el martes nos brindaron Real Madrid y Borussia, los jugadores se dieron la mano en el centro del campo y se felicitaron por el partido, pero, justo en aquel momento, la prioridad de un jugador del club alemán pasaba por ir a saludar a su ídolo Cristiano Ronaldo.
Messi escapa al estereotipo de estrella y solo aspira a ser una persona normal
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